Ha caído en mis manos el Informe APEI sobre Alfabetización Informacional redactado por Andoni Calderón Rehecho en 2010 y, sin terminar de leerlo, ya se me han ocurrido algunas ideas para poder aplicarlas a la esfera archivística. Pero que no se enfade la comunidad bibliotecaria que está haciendo una magnífica labor en este área.
Lo que voy a intentar es reflexionar sobre cómo pueden ayudar las técnicas o habilidades alfin a la práctica archivística pensando en la forma en la que el profesional de los archivos puede verse afectado en los cambios de producción documental y en las demandas de los futuros usuarios.
Para empezar voy a citar qué es la Alfabetización Informacional, cuya definición el autor suscribe con la de CILIP (pg.9):
Alfabetización informacional es saber
cuándo y por qué necesitas información,
dónde encontrarla, y cómo evaluarla, utilizarla
y comunicarla de manera ética.
cuándo y por qué necesitas información,
dónde encontrarla, y cómo evaluarla, utilizarla
y comunicarla de manera ética.
Así puede observarse que el Archivo, al ser productor de documentos (en realidad lo es la entidad a la que representa) o fuente de información primaria se ve involucrado en su condición de proveedor de documentos y otros servicios de información. Resultará interesante ver el Archivo desde otra perspectiva...
